jueves, 24 de marzo de 2011

POEMAS DE CLAUDIA LARS

Poema Sirena de Claudia Lars



Va sobre espuma alzada, casi en vuelo,
sin rozar el navío ni la roca
y la distancia abierta la provoca
un doloroso afán de agua y de cielo.
El canto suelto, desflecado el pelo,
de la tierra inocente, grave y loca;
encendidos los sueños y en la boca
la extraña sangre de una flor de hielo.
No es el tritón quien le transforma el pecho,
ni el querubín se inflama entre sus labios
para beber después llanto deshecho.
Un hombre, nada más… Con brazos sabios
la tiende sobre el peso de la tierra
y allí se arrastra dulcemente en guerra

Poema Sonetos Del Arcángel

 de Claudia Lars




Amor, eres radiante como el día
y como el agua transparente y puro;
vienes de la más clara lejanía
como un panal de sol, rico y maduro.
Por ti el silencio cambia en armonía
su angustia singular, su anillo oscuro,
y anuncian resplandores del futuro
el vuelo de una azul pajarería.
Y yo, que siento ante la luz la viva
atracción que domina y que cautiva
al mirasol girante y empinado;
busco tu claridad de maravilla
y en lo solar, como una flor sencilla,
define el corazón forma y estado.

poema Sueño de claudia lars

Fui por el aire, tras la luz caída,
pisando signos y colores planos
y llevaba, desnuda, entre las manos,
la flor de ayer, alzando nueva vida.
     
Una paloma leve y abstraída
buscó la espiga de celestes granos
y en caminos profundos y lejanos
quedó mi propia forma detenida.
     
Derribadas murallas, botadura
de un nuevo corazón a la dulzura
y el miedo y el amor cruzando espadas .
     
A la deriva un ¡ay!... de no sé dónde,
y la muerte, impasible, que se esconde
en reflejo de caras olvidadas.

Poema A Sor Juana Inés De La Cruz 

de Claudia Lars


I
¿Quién soltó de tu pecho la impaciente
paloma musical que en fuego sube?
¿Quién puso en los cristales de la nube
la misma luz que cae de tu frente?
¿En qué silencio de estupor vehemente
te pude descubrir y te retuve?
¿Qué flamígero dardo de querube
marcó el instante con su filo ardiente?
Espacios deslumbrantes, voz ceñida
a las ígneas raíces de la vida
y el ansia de esa voz determinada.
Una irrupción de signos en tu cielo.
Y bajo el arrebato de tu vuelo
yo, Señora, pequeña y hechizada.
II
En la rosa salvada, en su pureza
que sube hasta la luz y en ella habita,
llamo a tu corazón y te doy cita
para hablar de tu blanca fortaleza.
Llevo una mariposa en la cabeza
y otra más deslumbrante me visita.
Soy la que nada sabe… la que agita
su alma y su voz detrás de la belleza.
Mis jardines pequeños, entregados
al duende, al ángel verde… son aliados
de todo lo que vuela y lo que brilla.
¡Cómo no darte a ti, -tan voladora,-
mi ceniza de rosas y esta hora
en que vuelve a ser rosa la semilla!

Poema Cara Y Cruz de Claudia Lars


Alta visión de un sueño sin espina,
honda visión en realidad clavada;
ansia de vuelo en recta que se empina,
miedo del paso en curva accidentada.
Rosa de sombra, rosa matutina,
una caída y otra levantada;
ángeles invisibles en la esquina
donde el presente cambia de jornada.
Marca el momento signo de la altura:
brote de carne limpia y sangre pura
en renovado campo de infinito…
Y en promesa inefable y verdadera
-Gabriel de anunciaciones y de espera-
un mundo sin cadenas y sin grito.


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